En España, el reparto de una herencia puede generar tensiones familiares, especialmente cuando se trata de la protección del cónyuge viudo. Según la ley, los hijos tienen prioridad sobre los bienes heredados, dejando al cónyuge en una posición limitada al usufructo de los bienes, lo que puede restringir su capacidad de decisión y control.
En este artículo, analizaremos cómo funciona el sistema hereditario en España, la importancia de otorgar un testamento para proteger al cónyuge viudo y qué herramientas legales, como la cautela sociniana, pueden garantizar una mayor estabilidad y bienestar para los miembros de la familia tras el fallecimiento de un ser querido.
Derechos de los hijos y del cónyuge viudo en un reparto de herencia
En el régimen común español la pareja del fallecido queda en un segundo plano frente a los hijos, según marca la ley:
- Los hijos tienen derecho a recibir la mayor parte de los bienes -la llamada ‘legítima’. En el régimen común, la legítima obligatoria de los hijos y descendientes son las dos terceras partes (2/3) del haber hereditario de sus padres. No obstante, dentro de este, un tercio (1/3) se puede disponer para aplicarlo como mejora a uno o varios hijos o descendientes (denominado: el tercio de mejora).
- Pero el derecho del cónyuge viudo se limita al usufructo de esos bienes, lo que significa que puede hacer uso de ellos, pero no tiene la propiedad plena.
Por ejemplo, en el caso de una vivienda, el viudo o viuda puede vivir en ella, recibir los frutos de una propiedad o, en algunos casos, arrendarla para obtener ingresos. Pero no puede venderla ni disponer de ella como si fuera de su propiedad, ya que la titularidad de los bienes heredados sigue perteneciendo a los herederos forzosos (los hijos del fallecido y, en ausencia de descendientes, los padres).
El objetivo de este tipo de regulación es proteger a las familias, asegurando que los bienes de la herencia no se desvinculen del grupo familiar directo, pero dejando al cónyuge viudo en una situación en la que, aunque puede beneficiarse de los bienes, no tiene control total sobre ellos.
No podemos negar que esto puede generar tensiones, sobre todo cuando los herederos desean tomar decisiones que puedan afectar el uso o el valor de los bienes heredados.
La importancia de otorgar testamento
Por ello, desde el punto de vista general, siempre es importante insistir en la importancia de otorgar testamento, por múltiples motivos:
- Seguridad jurídica: Testar proporciona claridad sobre la distribución de los bienes, evitando conflictos familiares y malentendidos entre los herederos. Esto es especialmente importante para el cónyuge viudo, quien puede verse en una situación vulnerable sin un testamento claro.
- Protección del cónyuge viudo: Al redactar un testamento, se puede asegurar que el cónyuge viudo reciba una parte justa de los bienes, garantizando su estabilidad económica y evitando que se quede desprotegido.
- Evitar la sucesión intestada: Si no se deja testamento, la herencia se distribuye según las normas de sucesión intestada, que pueden no reflejar los deseos del fallecido. Esto puede perjudicar al cónyuge viudo, ya que los bienes pueden repartirse entre otros familiares, dejando al viudo en una situación no querida de desprotección.
- Facilitar la gestión de bienes: Un testamento claro facilita la gestión de los bienes y la liquidación de la herencia, lo que puede ser un proceso complicado y emocionalmente desgastante. Esto es crucial para el cónyuge viudo, que ya está enfrentando el duelo.
- Posibilidad de legados específicos: Testar permite hacer legados específicos, como dejar bienes o cantidades de dinero al cónyuge viudo, asegurando que reciba lo que el testador considera necesario para su bienestar.
- Consideración de nuevas circunstancias: La vida puede cambiar después de la muerte de un cónyuge. Testar permite tener en cuenta las circunstancias actuales y futuras del cónyuge viudo, como su situación financiera o necesidades especiales.
- Reducción de impuestos: En algunos casos, un testamento bien estructurado puede ayudar a optimizar la carga fiscal de la herencia.
- Reflejo de la voluntad personal: Testar es una forma de expresar la voluntad personal del testador, asegurando que sus deseos se respeten y que el cónyuge viudo reciba el apoyo que necesita en un momento difícil.
En resumen, testar en España es una herramienta esencial para proteger al cónyuge viudo y garantizar que sus derechos y necesidades sean atendidos tras el fallecimiento del cónyuge.
¿Cómo proteger al cónyuge viudo en el testamento?
Mediante el testamento, el difunto puede aumentar la porción de bienes de la que el cónyuge viudo podrá beneficiarse. Esto puede incluir, por ejemplo, ampliar el usufructo sobre más propiedades, otorgando el llamado usufructo universal, es decir, permitiéndole hacer uso y disfrutar de la totalidad de los activos heredados. Para garantizar la correcta gestión de una herencia, es fundamental obtener el Certificado de Últimas Voluntades, que confirma si el fallecido dejó testamento.
Además, el testador puede incluir cláusulas que restrinjan la posibilidad de impugnar su voluntad por parte de los herederos, protegiendo así al cónyuge viudo de posibles conflictos. Este enfoque puede garantizar una mayor seguridad jurídica y estabilidad para el cónyuge.
La cautela sociniana
Una de las cláusulas más eficaces para salvaguardar los derechos del cónyuge viudo es la cautela sociniana, también conocida como cláusula Socini. Esta disposición permite otorgar al viudo un usufructo universal y vitalicio sobre la totalidad de los bienes, más allá del tercio de mejora al que tiene derecho por ley. A cambio, los herederos deben aceptar esta disposición o ver reducida su parte de la herencia a la legítima estricta.
En la práctica, el testador deja el usufructo universal al cónyuge y la nuda propiedad a los hijos. Esto garantiza que los hijos no tengan pleno control sobre los bienes hasta que fallezca el cónyuge viudo, incentivando el respeto por la voluntad del testador. Además, esta cláusula ha sido respaldada por el Tribunal Supremo, que considera que no vulnera los derechos de los herederos, ya que siempre conservan la opción de aceptar la legítima estricta.